Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez ha sido un poco diferente, ya que hemos tratado la apología de Sócrates escrita por Platón, y hemos intentado descubrir las claves de porque tanto tiempo después las enseñanzas, el ejemplo, valor y dignidad de Sócrates nos siguen atrayendo.
El juicio realizado a Sócrates causo en su época gran impacto y aún hoy en día nos sigue impresionando. Quizá incluso hoy, tanto tiempo después, no seamos capaces de entender realmente su magnitud.
La apología tiene varias claves y se puede leer e interpretar en cualquiera de ellas. Desde un punto de vista moral descubrimos la búsqueda de la verdad de Sócrates, su vinculo hacia lo bueno, lo justo y lo verdadero.
Su inmenso amor hacia Atenas y sus ciudadanos le llevo a no traicionar jamás a sus leyes incluso cuando estas le habían condenado debido a la estupidez, la ignorancia y el temor que muchas veces anida en el corazón de los humanos y nos impide ver más allá.
Su juicio aunque presentado por unos acusadores, escondía como el mismo dice la sombra de los acusadores en la sombra, enemigos que se fue ganando a lo largo de 20 años debido a su búsqueda de la verdad, a su empeño en dar ejemplo y mostrar las faltas, no por malicia o para burlarse sino con la intención de educar, de aprender a ser mejores, pero entonces como ahora, nunca nos gusta a los seres humanos que nos señalen nuestros defectos y nos animen a mejorar, muchas veces por el contrario lo sentimos como un ataque.
Platón nos muestra como Sócrates se defendió a si mismo y permaneció fiel a sus ideales de nobleza e integridad, legándonos con su ejemplo la más bella prueba de que podemos ser mejores de lo que somos, de que podemos esforzarnos y hacer un mundo un poco más bello y más justo persiguiendo la verdad y la bondad.
Dentro de este juicio hay diferentes personajes (Sócrates, Platon, acusadores, jueces...) de nosotros depende cual elegimos ser o de cual intentamos aprender.
deseo y la lucha por ser cada día un poco mejores, se despide hasta la próxima
Gota de Lluvia