Dorian Gray y la obsesión por la belleza física

De nuevo como cada mes hemos tenido un nuevo encuentro de soñadores, esta vez para tratar un clásico del gran Oscar Wilde: “El retrato de Dorian Gray”. 

Hay multitud de cosas que se pueden decir de este clásico empezando por su revisión de la belleza, adaptando el mito de Narciso a la sociedad victoriana. 

Una sociedad a la que el lenguaje fino y elegante de Wilde disecciona y critica bajo la batuta de Lord Henry. 

Aparentemente distante de nuestra sociedad si prestamos un mínimo de interés descubrimos que no hay tanta diferencia en la búsqueda del placer y lo material obviando cualquier rastro de humanidad en ambas sociedades (la actual y la victoriana). 

Por otro lado la búsqueda de la belleza física a cualquier precio lleva a Dorian Gray a olvidar su alma y apagar su conciencia por seguir joven y hermoso por fuera. 

Su corrupción moral va enlazandose en una lectura ágil y de la que por momentos pasamos del horror a la atracción por el cinismo que Lord Henry despliega en la novela.

Personaje bisagra junto con Basil (sería el lado más luminoso) que por momentos se adueña de la novela y cada aparición y discurso suyo nos llevaría varias reuniones por la profundidad que puede llegar a adquirir a pesar de su aparente frivolidad.

Esa lucha entre el placer y el dolor que llevan a Dorian a alejarse del bien, de la felicidad que estaría por encima de ellas y sería como bien dice Lord Henry estar en armonía con uno mismo. Esa fricción constante de Dorian consigo mismo le lleva a no querer reconocer su propia alma y conciencia llevandonos al inevitable final que Wilde resuelve con gran elegancia, y transforma la novela en una gran metáfora de lo que el ser humano lleva dentro de sí. 

”Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos.”

Y para acabar las preciosas ilustraciones son de un cómic de Enrique Corominas que salió hace pocos años basado el la novela de Dorian Gray y que son una autentica preciosidad.

Deseando que seáis capaces de ver la belleza de vuestra alma para no ser atrapados como Dorian me despido hasta el próximo mes

Gota de lluvia

Aprovechando este libro y que su publicación abrió un nuevo género en la literatura nos disponemos a realizar un ciclo con las tres novelas fantásticas del S.XIX que abrieron la puerta a algunos de los monstruos más famosos de nuestro tiempo. Esperamos que tenga buena acogida.