Cita

Un libro abierto es un cerebro que habla; Cerrado un amigo que espera; Olvidado, un alma que perdona; Destruido, un corazón que llora
PROVERBIO HINDU

miércoles, 4 de junio de 2014

“Frankestein o el moderno Prometeo”. Todo lo que tiene nombre existe.


Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez con el libro más conocido de Mary.W.Shelley Frankestein. 



En este relato Mary ha creado uno de las criaturas, me da pena llamarle monstruo ya que carece de nombre, más humanas y tristes de la literatura.






¿Acaso os pedí yo, Hacedor, que del barro me moldearais hombre? 
¿Acaso os rogué yo que me sacarais de la oscuridad?
 Paraíso Perdido, de John Milton

Leyendo los terribles remordimientos de Victor y su criatura uno no deja de preguntarse si somos tan siquiera consciente de esa dualidad de nuestro interior.


Ambos personajes son caras de la misma moneda y su sufrimiento es tan parecido que, quizás si se hubieran molestado en mirarse a los ojos en vez de emplear esa llama de odio el uno contra el otro, habrían entendido que es más lo que los une que lo que los separa. Quizás, entonces Victor habría otorgado un nombre a su criatura, concediendo también el don de la existencia en el mundo de los humanos, pero eso le llevaría a añadir culpas nuevas a su conciencia culpable, por crearlo, reconocer su existencia y abandonarlo, y le hubiera hecho actuar de otra forma contandonos otra historia y no la que Mary pretendía.

El conocimiento sin guía puede llevar al hombre a convertirse en un monstruo que se autoalimenta de sus propios miedos y ambiciones desatadas aislandose y quedandose completamente solo como el caso que nos ocupa.

Victor niega la mejor versión de sí mismo, su corazón, representado por Cleval y Elizabeth y este aislamiento ciego de ambición le lleva a la creación de la criatura, negando su existencia al ser consciente de lo realizado y abandonandola después a su suerte. La criatura es repudiado y odiado desde el principio y no se le concede ni una sola oportunidad de redención.

Ambos atormentados por los demonios del otro entran en una espiral de destrucción que les conduce a uno de los finales más tristes de la literatura, representado soberbiamente por esos hielos eternos que a veces parecen rodear el alma humana e impedirla florecer.
Me despido hasta nuestra próxima reunión 
Gota de lluvia


2 comentarios:

  1. Me gustan tus reflexones y los libros que eliges Gota... a ver si allgun puedo asistir a vuestras reuniones. Aupa.

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  2. La próxima es este jueves asi que si puedes ya sabes. Aqui estamos

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