Hemos tenido una nueva reunión de soñadores, esta vez hemos analizado el primer volumen de la tetralogía que componen las nieblas de Avalon, de Marion Zimmer Bradley, que versa sobre el mito artúrico desde el punto de vista de las mujeres que rodearon la vida de Arturo.
El hilo conductor es Morgana que nos cuenta no solo su relación con Arturo sino que nos adentra en su vida como sacerdotisa de Avalon.
Esta nueva visión nos ayuda a entender mejor el punto de vista femenino, prácticamente inexistente en el mito.
En esta primera parte descubrimos sobretodo la educación de una sacerdotisa, las costumbres que existían antes de la llegada del cristianismo y la sabiduría de Avalon.
Avalon como residencia de sabios representados por Viviana, Dama del Lago y Merlin, Talesin de Britannia, títulos que pasan de sabio a sabio en una cadena luminosa de conocimientos y misterios.
Estos regentes de Avalon entienden la llegada del cristianismo y como la única manera de unir lo antiguo y lo nuevo es a través de Arturo portador de ambos mundos, que aunando al cristianismo pero manteniendo la esencia de la vieja sabiduría es como puede conseguir la unión y prosperidad del reino.
El libro describe muy bien ese contraste entre la vieja religión y la nueva representado quizá por Igraine, hija de Avalon, que por matrimonio acaba siendo cristiana, con las características de una mujer fuerte que acaba doblegandose ante la nueva creencia y perdiendo su fuerza. Esas creencias nuevas que la acaban carcomiendo porque son únicamente creencias que nos llevan como hojas al viento, no tienen puerto en el que poder reposar como ocurriría con la autentica sabiduría que tiene un sustento, que crea un centro en nuestro interior en el que poder resguardarse independientemente de las modas o creencias de la época.
Es un libro muy ameno y lleno de oportunidades a descubrir que utilizando los símbolos de la mitología artúrica nos adentra en un mundo femenino antiguo y lleno de sabiduría.
“En mis tiempos me llamaron muchas cosas: hermana, amante, sacerdotisa, hechicera, reina. Ahora ciertamente, me he tornado en hechicera y acaso llegue el momento en el que sea necesario que estas cosas se conozcan. Pero, bien mirado, creo que serán los cristianos, los que digan la última palabra. pues el mundo de las hadas se aleja sin pausa del mundo en el que Cristo gobierna. Nada tengo contra El sino contra sus sacerdotes, que consideran a la Gran Diosa como un demonio y niegan que
alguna vez tuviera poder sobre este mundo. Cuando más, proclaman que su poder proviene de Satán.
Y ahora que el mundo ha cambiado, y Arturo (mi hermano, mi amante, que fue rey y será) yace muerto(la gente dice que duerme) en la Sagrada Isla de Avalon, el relato ha de ser narrado como lo fue antes que los
sacerdotes del Cristo Blanco llegaran cubriéndolo todo con sus santos. Porque, como ya digo, el mundo mismo ha cambiado.
...En esta narración hablaré de sucesos acontecidos cuando yo era demasiado niña para comprenderlos, y de otros que sucedieron cuando yo no estaba presente. Y tal vez mi oyente se distraerá pensando: «He aquí su magia. » Pero siempre he tenido el don de la videncia y el de ver dentro de la mente humana, y en todo este tiempo he estado cerca de hombres y mujeres. Por eso a veces sabía, de un modo u otro, todo lo que pensaban. Y así contaré esta leyenda. Pues un día los sacerdotes también la contarán, tal como la conocieron. Quizás, entre una y otra versión, se pueda ver algún destello de la verdad.
Porque esto es lo que los sacerdotes no saben, con su único Dios y su única Verdad: que no hay leyenda veraz. La verdad tiene muchos rostros.
...Pero ésta es mi verdad; yo, Morgana, os la cuento. Morgana, la que en épocas más actuales se llamó Hada Morgana."
Deseando que la sabiduría ilumine vuestra alma se despide
Gota de lluvia
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